Nazaret había hecho una amistad muy peculiar con un ex sacerdote viudo que, por alguna vía inexplicable, se encontraba en aquel rígido y convencional refugio religioso. El hombre, que no quería saber nada de la Iglesia oficial, le hablaba a la monja del rigor absurdo y contraproducente del celibato.
Nazaret había hecho una amistad muy peculiar con un ex sacerdote viudo que, por alguna vía inexplicable, se encontraba en aquel rígido y convencional refugio religioso. El hombre, que no quería saber nada de la Iglesia oficial, le hablaba a la monja del rigor absurdo y contraproducente del celibato.
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